El 24 de abril de 2024, el Parlamento Europeo votó a favor de adoptar la Directiva de Debida Diligencia en Sostenibilidad Corporativa (CSDDD). La Directiva de Debida Diligencia en Sostenibilidad Corporativa se basa en legislaciones de debida diligencia ya adoptadas como LKSG en Alemania, la Ley S211 en Canadá, BRSR Core en India y Apenhetsloven en Noruega para crear un estándar alineado que apoye la conducta empresarial responsable.
CSDDD recomienda específicamente adoptar una estrategia de debida diligencia alineada con las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) contenidas en las Directrices para Empresas Multinacionales y la Guía de Debida Diligencia para la Conducta Empresarial Responsable.
En este blog, echamos un vistazo a los beneficios de adoptar una estrategia de debida diligencia alineada con la OCDE.
- Estándares Globales y Consistencia: El enfoque definido por la OCDE proporciona un marco de referencia globalmente reconocido y consistente para la debida diligencia en la cadena de suministro, que se basa en recomendaciones de otros estándares internacionales. Este marco común facilita la comunicación y comprensión entre empresas, gobiernos y partes interesadas en todo el mundo, asegurando una comprensión compartida de la conducta empresarial responsable.
- Guía Integral: La orientación de la OCDE abarca una amplia gama de temas, incluidos los derechos humanos, el trabajo, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción. Este enfoque integral ayuda a las empresas a abordar múltiples dimensiones de la conducta empresarial responsable, promoviendo una evaluación holística y sistemática de los riesgos en la cadena de suministro.
- Cumplimiento Legal y Regulatorio: Adherirse al enfoque definido por la OCDE ayuda a las empresas a cumplir con los estándares internacionales y las expectativas de conducta empresarial responsable. Ayuda a navegar por el complejo panorama de requisitos legales y regulatorios relacionados con las prácticas de la cadena de suministro en diferentes países, reduciendo el riesgo de responsabilidad legal. También apoya una presentación de informes más eficiente, ya que las empresas pueden recopilar información una vez y utilizarla para cumplir con una amplia gama de requisitos de divulgación e informes.
- Acceso al Mercado y Competitividad: Las empresas que se adhieren a las directrices de la OCDE pueden encontrar más fácil acceder a los mercados internacionales. Muchos consumidores y socios comerciales prefieren relacionarse con empresas que demuestran un compromiso con la conducta empresarial responsable, lo que proporciona una ventaja competitiva en el mercado global.
- Confianza de las Partes Interesadas y Reputación: Seguir un marco de debida diligencia internacionalmente reconocido señala un compromiso con prácticas comerciales responsables y éticas. Esto, a su vez, ayuda a construir confianza entre las partes interesadas, incluidos consumidores, inversores y comunidades locales. Mejorar la reputación de una empresa por su conducta ética puede impactar positivamente en el valor de la marca y su competitividad.
- Gestión de Riesgos y Resiliencia: Al identificar y abordar sistemáticamente los riesgos, las empresas pueden mejorar sus estrategias de gestión de riesgos en general. Esto contribuye a la resiliencia de la cadena de suministro, haciendo que las empresas estén mejor equipadas para manejar interrupciones, ya sean causadas por desastres naturales, cambios económicos u otros eventos imprevistos.
- Alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): El enfoque definido por la OCDE se alinea con iniciativas globales más amplias, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Las empresas que integran la conducta empresarial responsable en sus cadenas de suministro contribuyen a los objetivos sociales relacionados con la sostenibilidad, la reducción de la pobreza y la equidad social.
- Facilitación de la Colaboración: Un enfoque estandarizado fomenta la colaboración entre empresas, gobiernos y otras partes interesadas. Las empresas pueden compartir mejores prácticas, abordar colectivamente desafíos y trabajar hacia objetivos comunes, creando un entorno empresarial más colaborativo y solidario.
Un enfoque definido por la OCDE para la debida diligencia en la cadena de suministro ofrece un marco estructurado, integral y globalmente reconocido. Esto ayuda a las empresas a identificar y abordar riesgos, cumplir con las expectativas de las partes interesadas con mayor confianza y compartir información para mejorar los estándares, y al hacerlo, contribuir a construir un entorno empresarial global más sostenible, ético y resiliente.
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