Lecciones aprendidas de la COVID-19
No hay una sola cadena de suministro que haya salido ilesa de la crisis de la COVID-19. Somos perfectamente conscientes de las disrupciones que ha supuesto para muchos sectores, pero el impacto de la recesión que viene con ella será mucho mayor y más duradero. Sigue leyendo y descubre nuestros tres consejos para mantener tu cadena de suministro a salvo de la recesión.
La reducción de la demanda, el gasto público y las inversiones empresariales continuarán hasta bien avanzado 2021, y ya casi todas las empresas han tenido que desechar los planes que hicieran a principios de 2020. Los ERTE y demás medidas gubernamentales que han ayudado a amortiguar el impacto inmediato se acabarán pronto y dicho impacto será cada vez más visible a medida que las cadenas de suministro vayan entrando en recesión. A corto plazo, solo la distribución masiva de una vacuna eficaz conseguirá mitigar la crisis.
Las previsiones económicas se han revisado a la baja. Las de junio del Fondo Monetario Internacional (FMI) revelaban un desplome del 4,9 % en 2020 del producto interior bruto (PIB) mundial. Su predicción del 5,4 % de crecimiento para 2021 ya suena mucho mejor, pero la economía mundial aún estará un 6,5 % por debajo de lo que se preveía a principios de 2020. Por su parte, la confianza de la economía de los EE. UU. ha sufrido recientemente un duro golpe, tras los contagios de Texas y Florida. Las economías asiáticas han salido en su mayoría del confinamiento, pero la depresión de sus mercados de exportación a Europa y Norteamérica es un hecho y la amenaza de nuevos rebrotes es omnipresente.
La crisis ha golpeado con especial dureza al Reino Unido, tanto en términos de contagios como de impacto en los servicios esenciales y los sectores dedicados a la exportación. El FMI prevé un desastroso descenso del 10,2 % del PIB en 2020, que no alcanza las cifras superiores al 12 % de España e Italia, pero que sí es peor que el de Alemania (7,8 %). Además, el Reino Unido afronta las incertidumbres del Brexit, y ahora la COVID-19 ha hecho más difícil que nunca la consecución de acuerdos comerciales de aquí al final de la «transición», en diciembre.
¿Qué industrias se verán afectadas en la recesión?
Hemos estudiado atentamente el impacto sobre los proveedores, y las tendencias sectoriales observadas en nuestros datos reflejan cuentas meramente anecdóticas.
La construcción ha sido una de las industrias más golpeadas, en un sentido práctico, durante las primeras fases de la crisis. Según nuestros datos, solo el 42 % de las empresas del sector de la construcción tenía la capacidad de trabajar desde casa. Ahora, a pesar de que la mayoría de obras pueden reanudarse, el sector se encuentra con proyectos retrasados, una demanda decreciente y, por consiguiente, con problemas de tesorería. Además, se prevé que la construcción de oficinas y fábricas será aún más débil en mitad de la recesión y de la tendencia al teletrabajo.
Los servicios públicos han soportado la crisis mejor que muchos otros, ya que la demanda no se ha desplomado al mismo nivel. Además, su consideración de «sector esencial» ha contribuido a que sus operaciones sufrieran menos restricciones. Nuestros datos revelan que el 75 % de los trabajadores del sector de los servicios públicos ha sido considerado personal esencial, pero no por ello está a salvo de la recesión. El sector seguirá sufriendo las repercusiones de la ralentización de la economía y de las inversiones.
El transporte es uno de los sectores más afectados, ya que gran parte de la flota aérea ha tenido que quedarse en tierra en muchas partes del mundo durante tres meses y los Gobiernos aún a día de hoy desaconsejan el uso del transporte público más allá de lo estrictamente necesario. Asimismo, se reducirá la inversión en infraestructuras y capacidades, por la necesidad de los Gobiernos de afrontar el creciente déficit. Además, el teletrabajo está destinado a hacerse más abundante una vez pasada la crisis, lo que también disminuirá la demanda de medios de desplazamiento al lugar de trabajo y de viajes de negocios.
La industria del petróleo y el gas está sufriendo menos alteraciones directas, aunque el hundimiento de la demanda y la incapacidad de reducir suficientemente el suministro provocó la caída de los precios a principios de 2020. Es cierto que se ha recuperado algo desde entonces, pero la inestabilidad sigue siendo enorme y el endeudamiento ya ha llevado a la quiebra a muchos productores. Esto es especialmente visible en los EE. UU., donde la industria calcula que una presión aún mayor sobre la cadena de suministro podría poner en peligro hasta 30 000 puestos de trabajo.
Tres consejos para mantener tu cadena de suministro a salvo de la recesión.
- Planifica una estrategia antirrecesión. Define tus objetivos a corto y largo plazo durante la recesión, dando prioridad a los procesos esenciales de tu negocio en el marco de la gestión de la continuidad empresarial. Procura recortar los gastos discrecionales, observando atentamente el mercado y las cadenas de suministro, y aprovecha al máximo las ayudas estatales mientras buscas estrategias y oportunidades de crecimiento a largo plazo.
- Invierte en tecnología. Invertir en automatización y herramientas de trabajo puede ayudarte a salir adelante, incluso en tiempos de recesión. Aumenta la productividad y la regularidad de tu negocio, y reduce al mismo tiempo la duración de los ciclos. La inversión en tecnología ha dado resultados reales durante la crisis de la COVID-19, y ha permitido trabajar y producir desde casa y con toda garantía en términos de distancia social.
- Utiliza la información y los conocimientos de tus proveedores para entender los riesgos. Dedica el tiempo necesario a construir relaciones con tus proveedores. Herramientas como los paneles de análisis de datos de Achilles pueden servirte para tener una perspectiva completa de la salud financiera y los riesgos ocultos de tu cadena de suministro.
Poder identificar los riesgos de tu cadena de suministro te proporcionará la información y los conocimientos que necesitas para tomar decisiones fundamentadas e inteligentes, y, en definitiva, poner tu cadena de suministro a salvo de la recesión. Habla con nuestro equipo para obtener más información sobre nuestros servicios.