La minería en Brasil desempeña un papel crucial en la economía nacional, representando aproximadamente el 40% de la balanza comercial del país, con un retorno cercano a 24,9 mil millones de dólares en 2022.
Brasil posee reservas significativas de minerales críticos, esenciales para la transición energética global, como el hierro, el níquel y el litio.
Sin embargo, el sector enfrenta desafíos ambientales y sociales. La minería ilegal ha aumentado un 1.217% en los últimos 35 años, especialmente en tierras indígenas, lo que ha generado conflictos y daños ambientales.
Además, la explotación minera en la Amazonía ha contribuido a la deforestación y a la degradación de ecosistemas vitales.
Para abordar estos desafíos, Brasil ha implementado iniciativas hacia una minería más sostenible. La Cámara Brasileña de Minería (IBRAM) ha adoptado la iniciativa «Hacia una Minería Sustentable», desarrollada por la Asociación Minera de Canadá, para promover prácticas responsables en el sector.
Además, empresas como Gerdau SA han invertido en proyectos de minería sostenible, destinando 3.200 millones de reales en una nueva plataforma en Minas Gerais que busca aumentar la producción y reducir las emisiones.
La transformación digital también juega un papel importante en la sostenibilidad del sector. La Cámara Brasileña de Minería lidera una iniciativa para incorporar inteligencia artificial en las operaciones mineras, con el objetivo de mejorar la eficiencia, reducir costos y minimizar el impacto ambiental.
En resumen, aunque la minería en Brasil enfrenta desafíos significativos en términos de sostenibilidad, el país está tomando medidas para equilibrar el desarrollo económico con la protección ambiental y social, alineándose con las demandas globales de una minería más responsable.