Mientras la legislación sobre la diligencia debida en la cadena de suministro surge en masa en todo el mundo, ¿estás al tanto de las implicaciones que puede tener en tu negocio?
En una economía global interconectada, la intrincada red de cadenas de suministro es una fuerza impulsora detrás de la producción y distribución de bienes y servicios. Sin embargo, esta complejidad también expone factores vulnerables, como abusos de los derechos humanos, problemas ambientales y prácticas poco éticas que pueden ocurrir en varias etapas de la cadena de suministro. Para abordar estas preocupaciones, muchos países han recurrido a la legislación de diligencia debida en la cadena de suministro, un marco regulatorio destinado a promover la conducta empresarial responsable y salvaguardar los derechos humanos y el medio ambiente.
Examinamos las legislaciones de diligencia debida en la cadena de suministro en Europa, Noruega, Alemania y Canadá, analizando sus objetivos, alcance e implicaciones, demostrando hasta qué punto se extiende la red regulatoria.
Noruega: Cadenas de Suministro Transparentes
Noruega, a menudo considerada líder en sostenibilidad, también ha tomado medidas para regular la diligencia debida en la cadena de suministro. El parlamento noruego ha promulgado una legislación que obliga a las empresas a identificar y abordar los impactos adversos relacionados con los derechos humanos y la corrupción en sus cadenas de suministro. Introducida en 2021, esta legislación responsabiliza a las empresas por sus acciones más allá de las fronteras nacionales y fomenta una cultura de transparencia y conducta ética. La iniciativa de Noruega destaca la dimensión global de los desafíos en la cadena de suministro y la necesidad de un esfuerzo coordinado para abordarlos.
Lee más sobre la Ley Noruega (Åpenhetsloven)
Europa: Un Esfuerzo Pionero
La Unión Europea ha estado avanzando en la legislación de diligencia debida en la cadena de suministro durante varios años. Con el objetivo de asegurar que las empresas con sede en la UE respeten los derechos humanos y los estándares ambientales en todas sus operaciones a nivel mundial, la UE propuso una iniciativa legislativa en 2021. La legislación propuesta, conocida como la Directiva de diligencia debida en materia de sostenibilidad (anteriormente referida como la Directiva de Responsabilidad Empresarial), obliga a las empresas a realizar diligencia debida en toda su cadena de suministro, identificando y mitigando riesgos asociados con abusos a los derechos humanos y daños ambientales. Esta directiva impone obligaciones significativas a las empresas que operan dentro de la UE, obligándolas a ejercer una vigilancia intensificada sobre sus socios en la cadena de suministro.
Lee más sobre la Directiva de diligencia debida en materia de sostenibilidad de la UE (EU CSDDD) o únete al debate en este grupo de LinkedIn dedicado a noticias y actualizaciones sobre la legislación de la UE.
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Alemania: Abordando Violaciones de Derechos Humanos y el Medio Ambiente
En Alemania, el debate en torno a la legislación de diligencia debida en la cadena de suministro ha cobrado impulso debido a preocupaciones sobre violaciones de los derechos humanos en las cadenas de suministro globales. El gobierno alemán introdujo una ley a principios de 2023 (Lieferkettensorgfaltspflichtengesetz) que obliga a las empresas a realizar diligencia debida para prevenir el trabajo infantil, el trabajo forzado y otros abusos a los derechos humanos dentro de sus cadenas de suministro. La ley alemana también aborda tres convenciones ambientales clave (Minamata, Estocolmo y Basilea).
La premisa principal detrás de estas medidas es cuando los problemas ambientales llevan a violaciones de los derechos humanos (por ejemplo, agua contaminada), por ejemplo. Además, se prohíben sustancias peligrosas para los seres humanos y el medio ambiente. La Ley de la Cadena de Suministro se centra en ciertas obligaciones relacionadas con el medio ambiente que son obligatorias para las empresas y se toman de tres convenciones internacionales: la Convención de Minamata sobre el Mercurio, el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes y el Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de Desechos Peligrosos y su Eliminación. Este esfuerzo legislativo refleja una conciencia creciente del papel que desempeñan las empresas en perpetuar o aliviar las injusticias sociales. Al responsabilizar a las corporaciones por las violaciones que ocurren en sus cadenas de suministro, Alemania busca crear un entorno empresarial global más equitativo y responsable.
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Canadá: Navegando hacia el Futuro
Canadá, también, ha estado explorando la implementación de legislación de diligencia debida en la cadena de suministro. El gobierno canadiense aprobó el Proyecto de Ley S-211 a principios de 2023, una ley para promulgar la Ley de Lucha contra el Trabajo Forzoso y el Trabajo Infantil en las Cadenas de Suministro. Esto está previsto que entre en vigor en 2024. Las regulaciones exigen a las empresas abordar los riesgos de derechos humanos asociados con sus cadenas de suministro.
El objetivo es mejorar la transparencia y la responsabilidad corporativa, alineándose con el compromiso de Canadá con los derechos humanos y el desarrollo sostenible. El marco exacto y el alcance de la legislación se acordaron en 2023. Las empresas que cumplan con ciertos umbrales deberán presentar informes públicos detallados sobre las medidas que han tomado para identificar, abordar y prevenir el trabajo forzoso, el trabajo penitenciario y el trabajo infantil en sus cadenas de suministro. El primer informe deberá presentarse antes del 31 de mayo de 2024.
Desafíos y Oportunidades de Cumplimiento
Si bien las motivaciones detrás de la legislación de diligencia debida en la cadena de suministro son loables, la implementación y el cumplimiento de tales regulaciones plantean desafíos. Una de las preocupaciones principales es la naturaleza transfronteriza del comercio y las cadenas de suministro, y cómo esto afecta a todas estas leyes, es decir, la capacidad de un país para regular las actividades de las empresas más allá de sus fronteras. Esto puede dar lugar a conflictos de jurisdicción y superposiciones regulatorias. Además de este aspecto complejo, los costos de cumplimiento para las empresas, especialmente las más pequeñas, podrían aumentar significativamente, afectando potencialmente su rentabilidad y ventaja competitiva en el mercado en el que operan.
Sin embargo, los beneficios de esta legislación son igualmente notables. Al obligar a las empresas a examinar detenidamente sus cadenas de suministro, estas leyes pueden ayudar a prevenir daños a la reputación derivados de la asociación con prácticas poco éticas. También fomentan el desarrollo de cadenas de suministro más sostenibles y resilientes, reduciendo el riesgo de interrupciones debido a eventos imprevistos.
Una Tendencia Global de Diligencia Debida
La aparición de legislación de diligencia debida en la cadena de suministro en estas diversas regiones subraya la naturaleza global de los desafíos en la cadena de suministro. Los abusos de los derechos humanos, la degradación ambiental y las preocupaciones éticas no conocen fronteras, lo que hace necesario un esfuerzo colaborativo para abordarlos de manera efectiva. A medida que más países consideran o adoptan este tipo de legislación, vislumbramos un futuro en el que podría evolucionar gradualmente un marco internacional común, promoviendo una mayor transparencia y coherencia en los negocios a nivel mundial.
Legislación de la Cadena de Suministro: Creando un Mundo más Justo y Seguro
La legislación de diligencia debida en la cadena de suministro refleja la realización colectiva de que las prácticas comerciales deben alinearse con estándares éticos y responsabilidades globales. La legislación emergente en áreas como el norte de Europa, India y Canadá está contribuyendo a este cambio humanitario al crear leyes que exigen responsabilidad y transparencia.
A medida que la economía mundial se vuelve más global, estos esfuerzos regulatorios marcan pasos esenciales hacia cadenas de suministro que no solo impulsan el crecimiento económico, sino que también defienden la dignidad humana y la integridad ambiental.
Los desafíos enfrentados en la implementación de estas leyes destacan las complejidades del negocio global, pero los posibles beneficios para la sociedad y el planeta hacen que la búsqueda de cadenas de suministro responsables sea un esfuerzo valioso.
Entonces, ¿qué sigue?
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