El mundo está cambiando, y la ESG es una de las grandes prioridades para las empresas de todo el mundo, incluida la multinacional de Papá Noel. Sabemos que Santa Claus es el mayor gerente de operaciones del mundo, pero ninguna empresa será nunca la estrella del árbol, ya que la ESG no es, por así decirlo, un árbol de hoja perenne; más bien al contrario, es un árbol que cambia con cada estación.
Las siglas ESG, como sabemos, se refieren a los factores ambientales, sociales y de gobernanza empresarial. ¿Cómo hace Papá Noel para estar siempre al tanto de todos los cambios y seguir haciendo el bien? Veámoslo detalladamente:
El factor ambiental
Como sabemos, Santa Claus obtiene juguetes y regalos de manera ética en todo el mundo, y limita su huella de carbono gracias a la fabricación local, lo cual hace de él un auténtico defensor de las compras sostenibles y de los beneficios de la localización cercana, el llamado «nearshoring».
El factor social
También sabemos que es un empresario que defiende la igualdad de oportunidades, que es multilingüe y que le gusta hacer las cosas bien. Todo ello sin olvidar que posee las mayores tasas de implicación de los empleados a escala mundial.
La gobernanza
Aquí es donde las cosas se complican, incluso para Papá Noel. Auditar las prácticas laborales de Papá Noel o gestionar los requisitos de salud y seguridad podría ser el primer paso, pero hay mucho más que tener en cuenta.
Los cambios de las legislaciones globales en materia de esclavitud moderna y transparencia de las cadenas de suministro obligan a Papá Noel a estar muchísimo más atento durante todo el año al cumplimiento de las leyes y reglamentos de cada país, como por ejemplo:
La ley de transparencia de Noruega
Que Papá Noel tenga su sede de operaciones en Laponia no significa que la ley de transparencia de Noruega se aplique únicamente a las empresas del país, sino también a las empresas extranjeras que venden y ofrecen productos y servicios en él. Por tanto, y teniendo en cuenta que Papá Noel tiene más de 50 empleados a tiempo completo y un balance general que alcanza o supera los 35 millones de coronas noruegas (NOK), para cumplir con la legislación estará obligado a implementar criterios éticos en todas las fases de sus operaciones. Además, también se le exigirá total transparencia en la supervisión de sus cadenas de suministro.
La ley alemana de cadenas de suministro
En Alemania, la ley que regula las cadenas de suministro es algo diferente, en la medida en que se aplica a las empresas y organizaciones que tengan en el país su administración central, su establecimiento principal, su sede administrativa, su domicilio social o sucursales, lo cual no es el caso de Papá Noel. Sin embargo, algunos de los proveedores de los que importa las materias primas sí tienen su sede en Alemania, por lo que nuestro Papá Noel tendrá que operar con la diligencia debida y hacer uso de su sistema de gestión de riesgos para poder detectar, prevenir o minimizar cualquier posibilidad de infracción de los derechos humanos y perjuicio medioambiental en su cadena de suministro.
Otras legislaciones que deberá tener en consideración y que podrían exigírsele:
- Directiva CSRD de la UE
- Ley de prevención del trabajo forzado uigur (UFLPA)
- Y nuevas leyes que redactan otros países cada año
El incumplimiento de estas legislaciones no sería una simple piedra en el camino; implicaría multas o posibles restricciones a la entrega de sus presentes en estos países, pero, sobre todo, iría en contra del propio espíritu navideño: hacer el bien por el propio bien.
El cumplimiento de todos estos requisitos legislativos será una prueba de transparencia de la empresa de Papá Noel en cuanto a la procedencia de su mano de obra y el salario y el trato a sus empleados, no solo en su taller sino en toda la cadena de suministro.
Ahora que conocemos el qué y el por qué, hablemos del cómo.
Valoración ESG
Nuestro sistema de valoración ESG ayuda a los gerentes de las cadenas de suministro (Papá Noel, por ejemplo), a detectar rápidamente cualquier posible problema ambiental, social y de gobernanza en toda su cadena de suministro, ofreciéndoles una instantánea inmediata de los riesgos en materia de ESG y, por tanto, dándoles la posibilidad de mitigarlos. También puede incorporar criterios que cumplan con las diferentes normas legislativas, lo que les permitirá saber inmediatamente si sus proveedores las cumplen o no sobre la base de estos criterios. Y en última instancia, ya no pondrá cara de Grinch a la hora de buscar proveedores que cumplan la legislación.
Así pues, ahora que sabemos que la ESG no es un árbol de hoja perenne, viste de gala tu cadena de suministro esta temporada navideña, como Papá Noel. Nosotros te ayudaremos a lograrlo en 2023.