El mapeo de la cadena de suministro es importante para que las empresas hagan realidad sus políticas de responsabilidad social corporativa. En
El Chartered Institute of Purchasing and Supply considera que la responsabilidad social de las empresas (RSE) es la «número uno en su papel de ayudar a las organizaciones a aumentar la prosperidad de forma responsable». Al introducir la ética en los negocios, las organizaciones pueden crear beneficios para el público, mejorar su imagen y ayudar a erradicar comportamientos negativos. Los compradores suelen ser los que más se comprometen con la RSC, y la mayoría de las empresas tienen políticas para evitar la esclavitud en la cadena de suministro, reducir la huella de carbono y promover el abastecimiento sostenible. Sin embargo, para aplicar correctamente las políticas de RSC, los compradores necesitan tener una visión de 360 grados de sus redes de proveedores más allá del primer nivel. La visibilidad y la transparencia son fundamentales, y una forma de promulgarlas es mediante el mapeo de la cadena de suministro. Esta funcionalidad permite a las empresas gestionar el riesgo a través de cadenas de suministro globales y complejas, dotando a las empresas de información relativa a quién compran y, a su vez, quién suministra a sus proveedores a lo largo de toda la cadena. El mapeo de la cadena de suministro de Achilles ayuda a los compradores a comprender sus redes más allá de los proveedores de nivel uno y de nivel uno. Las empresas obtienen visibilidad de su cadena de suministro por código de producto, con una serie de herramientas de búsqueda, filtrado y visualización que les ayudan a gestionar los datos. La función de mapeo recoge información sobre los subproveedores y las relaciones de enlace. A los proveedores se les harán preguntas relativas a su empresa, incluidas las relaciones entre los productos que venden y los que compran. Nuestras soluciones aportan claridad sobre quién está en la cadena de suministro de un comprador, pone de relieve posibles puntos de fallo, ofrece información para apoyar la mitigación de riesgos, mejora la conciencia de cómo los acontecimientos globales podrían causar trastornos y revela claras interdependencias en la cadena de suministro. Escribir en
Supply Management, Luis Olivie, director de desarrollo de negocio global de Achilles, explicó que hay algunos consejos que las empresas pueden seguir cuando se trata de mapear la cadena de suministro. En primer lugar, es evidente que las empresas tienen que reconocer los riesgos, pero después hay que crear una visibilidad que se extienda por todas las redes. Una investigación de Achilles demostró que el 40% de las empresas que compran sólo en el Reino Unido no tienen información sobre los proveedores de segundo nivel. Es más, una de cada cinco empresas no tiene información sobre sus proveedores de segundo nivel en todo el mundo. Las organizaciones tienen que trazar un mapa de su cadena de suministro y luego asegurarse de que existen políticas para apoyar una visibilidad continua. Según el Sr. Olivie, los mapas de la cadena de suministro que tienen más éxito son los que consiguen el apoyo de los proveedores. Para ello es necesario que los compradores expliquen claramente su razonamiento a los socios y las ventajas de una mayor transparencia. La mayoría se sentirán atraídos por la oportunidad de conocer mejor sus propias cadenas de suministro, lo que a su vez les ayudará a aumentar su resistencia. Por supuesto, los compradores podrían encontrar cierta resistencia por parte de los proveedores, explicó el Sr. Olivie. Es probable que esto ocurra si se trata de información sensible. En consecuencia, las empresas deben asegurarse de que sus socios pueden controlar quién tiene acceso a la información y pueden disfrutar de confidencialidad. No obstante, trabajar en colaboración puede facilitar mucho lo que parece un gran trabajo. De hecho, algunas industrias comparten los mismos proveedores, por lo que existen oportunidades de trabajar colectivamente. El Sr. Olivie afirma que la mejor forma de hacerlo es a través de una comunidad de colaboración, en la que las empresas trabajan juntas para repartirse los costes y el tiempo.
