Los residuos, ya sean materiales, gases, excesos de inventario, etc., son el enemigo de la eficacia y la efectividad. En la cadena de suministro se ejerce ahora más presión que nunca sobre los compradores y proveedores para que reduzcan los residuos con el fin de reducir los costes, mejorar el retorno de la inversión, gestionar la escasez de recursos y disminuir el impacto ambiental de las operaciones.
Las empresas que son capaces de limitar los residuos aumentan su resiliencia y competitividad, a la par que mejoran los perfiles de responsabilidad social corporativa.
Las empresas que no logran gestionar sus residuos verán cómo sus operaciones se convierten en menos sostenibles. Y no solo eso. Puede que otras empresas no quieran trabajar con organizaciones que generan demasiados residuos, ya que esto repercute en su cadena de suministro y en sus valores.
Se trata de efectos que también se ramifican en ambos sentidos de la cadena de suministro de la empresa. En el artículo “Reducing waste in your supply chain” publicado en 2013, Catherine Weetman, directora de implementación de productos de la división de productos mundiales de la cadena de suministro de DHL, señala: «El crecimiento de la población y el aumento de la demanda del consumidor están provocando un incremento en el consumo mundial de recursos finitos. Eso significa que las empresas afrontan costes mayores por sus materias primas, y que existe la posibilidad de que esos recursos puedan agotarse».
Más aún, las empresas que no abordan la gestión de sus residuos se enfrentan a sanciones. Weetman explica que gobiernos de todo el mundo están comenzando a adoptar el principio de «quien contamina paga», lo que significa que aquellos que no operen de forma respetuosa con el medio ambiente pagarán unos costes más elevados. Asimismo, con la responsabilidad de los productores o la administración de productos tan generalizada, la responsabilidad de cumplir los objetivos de recogida, recuperación y reciclaje de los materiales recae en los fabricantes de equipos originales, los importadores y los minoristas.
A fin de reducir los residuos en la cadena de suministro, las empresas deben examinar sus productos o servicios e identificar maneras de hacerlos más eficientes y sostenibles. Los proveedores que sean capaces de ofrecer a los compradores la innovación que necesitan para hacerlo, descubrirán que tienen una ventaja competitiva.
Todas las empresas deben también analizar sus procesos para ver si se están llevando a cabo de tal manera que maximicen los recursos y tengan un impacto mínimo en el medio ambiente. Esto incluye examinar aspectos como los de la logística en la cadena de suministro, donde la adopción de vehículos eléctricos puede tener una gran repercusión en la reducción de la huella de carbono de las operaciones y en la protección de los recursos petroleros.
La jerarquía de residuos de ECR Reino Unido promueve las estrategias de prevención y redistribución para abordar la cuestión de los residuos. No cabe duda de que la prevención o eliminación de los residuos es la regla de oro, aunque la redistribución de los inevitables excedentes por mercados alternativos es la siguiente mejor opción. Lo que ha de evitarse es enviar los residuos a un vertedero. Por lo tanto, el reciclaje se considera la tercera mejor opción en la jerarquía de residuos del Reino Unido.
No obstante, con el fin de reducir al mínimo los residuos de la cadena de suministro con eficacia, independientemente del enfoque empleado, debe haber colaboración entre compradores y proveedores, algo que se facilita por medio de las comunidades online de Achilles. Se genera así un entorno más responsable y mutuamente beneficioso para las organizaciones, al garantizar el intercambio de información y la creación de acuerdos que den lugar a operaciones más sostenibles.
