Impulsar la igualdad en el transporte
Debido a la reducción de la actividad en numerosas industrias con gran demanda de mano de obra en el Reino Unido, algunas partes del norte de Inglaterra han sido testigo de un incremento de los niveles de desigualdad. Estas zonas, que ya no pueden basarse en las industrias centrales para impulsar el crecimiento y el empleo a nivel regional, han ido perdiendo cada vez más la oportunidad de prosperar que sí experimentan otras partes del país, especialmente en lo que se refiere al transporte público, un sector cuyo gasto per cápita en Londres suele llegar a el del resto del país .
Tras la primera conexión ferroviaria de alta velocidad entre Londres y París, y con el objeto de equipararse a proyectos de alta velocidad similares de Europa, en 2009 se propusieron los primeros planes del High Speed Rail 2, un proyecto que conectaba directamente ocho de las diez mayores ciudades y regiones de Gran Bretaña. El plan original era conectar Londres, Birmingham, Manchester y Leeds con una línea de alta velocidad, con el objetivo de acortar la duración de los desplazamientos, liberar material rodante y conformar la nueva columna vertebral de alta velocidad de la infraestructura ferroviaria británica. Una vez finalizada, la HS2 pasará por más de 25 estaciones, conectará a unos 30 millones de personas y, según las estimaciones, transportará a unos 100 millones de pasajeros al año, lo que hace de ella el mayor proyecto de infraestructura de Europa.
La construcción de la HS2 debía producirse en dos fases principales: la Fase 1 uniría Londres con las West Midlands; a continuación seguirían una Fase 2a, entre Birmingham, Manchester y Crewe, y una Fase 2b que conectaría Birmingham con Leeds y el tramo este de la ruta. Sin embargo, dicho tramo fue cancelado en 2021 debido al aumento de los costes.
Desarrollar la sostenibilidad
La descarbonización del transporte es una prioridad para los países de todo el mundo. En la actualidad, el transporte es la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero del Reino Unido. Según cifras del Gobierno, en 2019 el transporte nacional generó el 27 % de las emisiones de GHI del país. El papel de la HS2 como nivelador económico entre Londres y el norte es de sobra conocido, pero el proyecto también ayudaría a reducir la dependencia del automóvil y el avión, animando a los viajeros a adoptar, a largo plazo, una forma de viajar más sostenible. Dejar atrás el transporte de altas emisiones sería un importante paso hacia la neutralidad en emisiones de carbono por parte del Reino Unido.
Pero, a pesar de las ventajas en cuanto a sostenibilidad que podría aportar la HS2, el proyecto también ha sido objeto de críticas debido a su impacto inmediato sobre el «cinturón verde» y el medioambiente. En efecto, gran parte del trazado de la HS2 atraviesa terrenos pertenecientes al cinturón verde, lo que provoca un impacto desproporcionado en la naturaleza y en la biodiversidad en favor de la infraestructura. Para garantizar que la construcción de la HS2 se lleva a cabo de acuerdo con los criterios de sostenibilidad, esta se produce en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, que reflejan la gran importancia de crear infraestructuras de manera sostenible. Así, para licitar ofertas de contratos públicos, los contratistas han de atenerse a rigurosos procesos de compras que se alineen con los principales ODS, desde el abastecimiento de materiales básicos de manera responsable y que limite el uso de combustibles fósiles, hasta la puesta en marcha de iniciativas de reducción de emisiones, como la acreditación PAS 2080.
Contratistas como Skanska, Kier, y Thames Water ya se han hecho con importantes contratos. Gracias al apoyo de Achilles en los procesos de preselección de proveedores y gestión de sus cadenas de suministro, estos contratistas pueden trabajar con proveedores con experiencia y visión de futuro, que les proporcionarán los materiales básicos y los equipos necesarios de manera responsable.
Sin embargo, con el aumento de los costes del controvertido proyecto, los contratistas de la HS2 andan envueltos en reuniones y eventos de colaboración para abordar y dar respuesta a las preocupaciones de la ciudadanía. Mientras las distintas partes siguen celebrando reuniones presenciales, es importante que tanto los contratistas como los proveedores apliquen las prácticas adecuadas durante todo el proceso de adquisiciones. Ante la realidad del panorama cambiante al que se enfrentan los países, y para paliar las dudas sobre la viabilidad de un proyecto, es importante confiar la construcción de infraestructuras sostenibles a los contratistas y proveedores adecuados.
Encontrar los proveedores adecuados
El proyecto de la HS2 supone una oferta de licitación de contratos por valor de 12 000 millones de libras, pero las estrictas reglas en materia de preselección y cumplimiento normativo no facilitan en absoluto la tarea a la hora de mostrar lo que vales a los contratistas importantes. Viendo cómo se han desarrollado con anterioridad otros grandes proyectos de infraestructura en el Reino Unido, como los Juegos Olímpicos o el Crossrail, podría estimarse que, cada 10 contratos de trabajo de primer nivel, se obtendrían más de 10 000 oportunidades indirectas para la cadena de suministro. Por ello, y teniendo en cuenta que el 60 % de los contratos de la HS2 serían para pymes, por su tamaño y su capacidad, es vital que las pequeñas empresas dispongan de la información y del nivel de acceso adecuados para competir por los grandes contratos.
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