Hace mucho tiempo que los futurólogos ya predijeron que un día los drones entregarían las compras en línea en nuestra puerta, y que los coches autónomos nos llevarían a casa después de la fiesta de Navidad de la oficina. Aunque para los escépticos puede sonar a ciencia ficción, de hecho, ya contamos con un ejemplo excelente de cadena de suministro global, la cual surge en la época más maravillosa del año.
Papá Noel, que debe entregar 1600 millones de juguetes en 32 horas (gracias a las zonas horarias y a la rotación de la Tierra ), se enfrenta sin duda a los retos logísticos más abrumadores. Y aun así, se trata tan solo de la mitad del reto. También supervisa una plantilla de elfos que fabrican 1600 millones de regalos, los envuelven en 2,5 millones de kilómetros de papel y emparejan el regalo adecuado con la ubicación correcta en todo el mundo. En resumen, está haciendo maravillas con su trineo y sentando un ejemplo del que todos podemos aprender.
Lo último en negocio sostenible
Papá Noel, que trabaja en su taller situado en el Polo Norte, dirige un equipo de elfos especializados en fabricar juguetes. Usando exclusivamente las mejores materias primas, el equipo elabora a mano juguetes artesanos apreciados en todo el mundo por su calidad. Los juguetes de Papá Noel ofrecen una alternativa sostenible al plástico barato y de pésima calidad que inunda nuestros océanos.
Además, Papá Noel respalda sus credenciales de sostenibilidad aplicando la solución definitiva de transporte con bajas emisiones de carbono, ya que solo usa un trineo y un reno. Las pequeñas emisiones de metano del reno no tienen ni punto de comparación con las de los combustibles fósiles. Con una eficacia impresionante, el trineo visita 5556 casas por segundo, alimentado exclusivamente por las zanahorias que consume el reno y la magia. Y después desaparece en un instante, antes de que puedas decir: «¡Agárrate como si tu vida dependiera de ello!».
El empleador deseado
Entre bastidores, los elfos son el pegamento que mantiene unido el cuartel general de Papá Noel. Papá Noel, que siempre que puede contrata a personal de la zona, es el modelo de un empleador diverso e inclusivo. Los elfos son famosos por su ética laboral y su actitud alegre y resolutiva, y la empresa disfruta de una de las tasas de implicación de empleados más altas entre los empleadores internacionales.
La salud y la seguridad en las instalaciones son una prioridad, con políticas sólidas que envuelven cada proceso empresarial.
Un modelo empresarial sólido basado en los datos
Papá Noel, que recibe miles de millones de cartas cada año, está sentado sobre una mina de oro de conocimiento de sus clientes. Sabe exactamente lo que cada niño del mundo quiere en Navidad, por lo que consigue que la satisfacción y la fidelidad del cliente sean una certeza. También le permite planificar la producción con precisión en función de los requisitos, para así eliminar los residuos y controlar los costes.
Con pocas posibilidades de que alguien alcance la escala necesaria para competir con él, es improbable que a Papá Noel le destronen de su lugar en la cima del árbol en un futuro próximo.