El sector de la construcción es uno de los más pujantes en la economía del Reino Unido. Las constructoras, cuyo tamaño de mercado se espera que alcance unos 166 millones de GBP, dan trabajo a más de 2,2 millones de personas en todo el país. Pero mientras muchas de ellas hacen todo lo posible por alcanzar objetivos de sostenibilidad y reducción de carbono, el sector en su conjunto se enfrenta a los retos que encierra la gestión ética del empleo.
En 2022, la comisionada independiente contra la esclavitud del Reino Unido, Dame Sara Thornton, publicó un informe anual en el que se describía con todo lujo de detalles la normativa en materia de empleo en el ámbito de la construcción y los sectores relacionados. En su informe, Thornton se hacía eco de una de las mayores investigaciones contra la esclavitud llevada a cabo en la historia del Reino Unido, la operación «Cardinas», para sacar a la luz los problemas detectados en el sector de la construcción en su conjunto. A partir de datos extraídos del informe sobre tendencias del programa de empresas éticas de Achilles, el informe de Thornton describía con profusión los inconvenientes y riesgos a los que se enfrentan las empresas que operan en el sector.
Aspectos cambiantes de la esclavitud moderna en la construcción
Las constructoras integran un sector muy competitivo y caracterizado por sus bajos márgenes. Esta es la razón por la que muchas de ellas optan por subcontratar o emplear a agentes para llevar a cabo los proyectos. Pero con esta multitud de proveedores que compiten por un número limitado de contratos, muchos de ellos buscan por cualquier medio una ventaja competitiva en cuanto a precio. Aunque no es lo habitual, el informe destacaba que en ciertos casos algunos proveedores podían llegar a burlar la legislación laboral para incrementar su atractivo.
Son casos raros y que se sitúan en el extremo del espectro. Sin embargo, el informe de Sara Thornton empleaba el ejemplo de la operación «Cardinas» para poner de manifiesto las complejas vías por las que las constructoras pueden verse implicadas —ya sea de manera consciente o inconsciente— en prácticas laborales poco éticas al subcontratar mano de obra.
La operación «Cardinas» destapó varias redes criminales que se extendían por toda la industria. Se detectaron empresas que utilizaban trabajo forzado y, en casos extremos, trata de personas para ejecutar proyectos de construcción en todo el Reino Unido. En un caso concreto, una red delictiva llegó a colocar hasta 500 trabajadores rumanos, captados directamente en Rumanía, en obras emplazadas en todo el sureste de Inglaterra. La Policía Metropolitana identificó al menos 33 empresas, incluidos contratistas, agencias y proveedores de servicios de nómina que actuaban como empresas paraguas, que sin saberlo habían estado efectuando pagos a cuentas que obtenían beneficios de la explotación laboral.
Si bien la explotación no es en absoluto lo habitual en la industria de la construcción, el informe apunta a la creciente presión a la que se ven sometidas las empresas del sector para mantener la competitividad en sus ingresos de explotación. Aunque los niveles actuales de cumplimiento implican que las empresas deben cumplir con iniciativas de prácticas éticas de empleo, certificaciones medioambientales, programas de salud y seguridad y otros exigentes estándares de cumplimiento, la perspectiva global de los retos que afrontan algunos proveedores está llevando al límite el compromiso de algunas de estas empresas en lo que respecta a las prácticas éticas de empleo.
La presión creciente sobre las empresas de construcción
La salida del Reino Unido de la Unión Europea ha agudizado la escasez de competencias en los mercados laborales del país, normalmente compensada con la inmigración de trabajadores de la construcción de elevada cualificación. Los cambios en las leyes de inmigración impiden a las empresas cubrir vacantes con trabajadores cualificados, lo que significa que necesitan encontrar formas alternativas para cubrir el número creciente de ofertas de empleo.
La escasez de mano de obra y de competencias sigue siendo un problema, pero el panorama global cambiante que afecta a algunas empresas también está desencadenando otros retos. El incremento de la inflación plantea un problema tanto para las empresas como para los proveedores, lo que, evidentemente, afecta a sus resultados. Por si fuera poco, la escasez de materiales de edificación es la causa directa de un fuerte incremento en los retrasos en algunos proyectos de construcción, lo que puede provocar penalizaciones económicas. Para complicarlo todo aún más, un entorno económico inflacionario está obligando a las empresas a compensar las pérdidas netas con los ingresos disponibles. A consecuencia de los estímulos gubernamentales surgidos con la pandemia y la guerra de Ucrania, nuestro ASCRI trimestral (índice de capacidad de adaptación de la cadena de suministro de Achilles) indica que, tanto en las economías avanzadas como en aquellas en vías de desarrollo, la inflación va a continuar creciendo y podría llegar a situarse entre el 5,7 % y el 8,7 % en 2022, antes tomar la senda del descenso en los próximos años.
Para destacar los niveles de prácticas éticas de empleo en el Reino Unido, el informe se inspira en los datos del programa de empresas éticas de Achilles. Nuestro programa constituye un estándar único que permite a empresas como British Land, Skanska, Cadent y Costain identificar prácticas éticas de empleo en sus cadenas de suministro, mediante el análisis de los proveedores y las cadenas de suministro que utilizan en la actualidad.
Los resultados muestran que algunas constructoras del Reino Unido no siempre se rigen por unos estándares estrictos de empleo en todas sus actividades. A partir de los datos obtenidos de 1368 respuestas anónimas de trabajadores y 48 auditorías del sistema de gestión, recopiladas durante 12 meses, detectamos prácticas deficientes generalizadas en numerosas obras de construcción, entre las que se podían identificar tres problemas comunes.
- Permisos de trabajo: hasta un 26 % de las empresas no habían solicitado ni comprobado la documentación adecuada acreditativa de la capacidad para trabajar, lo que significa que corrieron el riesgo involuntario de estar empleando a trabajadores sin el debido permiso de trabajo.
- Deducciones salariales: un 17 % de los trabajadores relataron que se les aplicaban deducciones de hasta el 25 % en su salario semanal fuera del marco estándar.
- Condiciones laborales: un 11 % de las empresas no habían comunicado las condiciones que afectaban indirectamente a la mano de obra empleada, lo que dejaba a muchos trabajadores sin los conocimientos o los medios para comunicar quejas.
La importancia de la colaboración de las partes implicadas
Pese al preocupante panorama del estado de la industria de la construcción que plasma el informe, este concluye con una serie de recomendaciones clave para las empresas que utilizan proveedores para sus proyectos.
Desarrollo de capacidad interna
Desarrollar capacidad interna significa que las empresas de construcción puedan garantizar el cumplimiento de los estándares adecuados en sus actividades. Ya sea empleando directamente a los trabajadores, creando grupos de concienciación sobre la esclavitud moderna y proporcionando una mejor educación y formación, las empresas que se toman en serio las consecuencias de la externalización a subcontratistas deben velar por desarrollar equipos internos con unas políticas y unas estrategias claramente diseñadas e inspiradas en mejores prácticas.
Colaboración con proveedores
Las empresas que trabajan con proveedores deben apostar por preseleccionarlos recurriendo a organizaciones de cumplimiento normativo y acreditación. En aquellos casos en los que los proveedores potenciales no cumplen actualmente ciertos estándares de empleo, las empresas deben procurar formarlos para lograr su adecuación a los estándares de mejores prácticas y llevar a cabo auditorías periódicas para garantizar que se producen mejoras.
Iniciativas con varias partes implicadas
Dado el elevado número de empresas de construcción que hacen uso de las cadenas de suministro mundiales, se requiere un enfoque de colaboración para garantizar el cumplimiento de unos estándares óptimos en el conjunto de los sectores en todas las regiones. El grupo de trabajo de empresas éticas de Achilles congrega a líderes de diferentes industrias. Ayudar a las empresas a comprometerse con la industria y la experiencia del tercer sector son factores clave a la hora de coordinar un esfuerzo colectivo en contra del trabajo forzado.
Supervisión de las cadenas de suministro
Podemos ayudar a tu empresa a supervisar el cumplimiento en materia de empleo en todos los eslabones de tus cadenas de suministro. En Achilles, reunimos información sobre todos los integrantes de tu cadena de suministro —también sobre los subcontratistas— para garantizar un trato justo a los trabajadores. Además, proporcionamos un nivel adicional de rigor a tu código de conducta y a las declaraciones sobre RSC y esclavitud moderna.
Más información sobre cómo mitigar el riesgo de las prácticas poco éticas en tu empresa y tu cadena de suministro.