La dificultad de eliminar la esclavitud moderna, tanto en las cadenas de suministro del Reino Unido como en otras partes del mundo, reside en que esta práctica no se nos presenta a simple vista. Así, puede parecer que la vida de sus víctimas transcurre con normalidad, aunque en realidad sean explotadas para ganancia de otros. Recientemente hemos escuchado acerca de problemas relativos a las prácticas laborales en las fábricas textiles de Leicester los cuales demuestran que este es un problema latente. La crisis de la COVID ha puesto en evidencia esta cuestión, que antes era un «secreto a voces», y que de ningún modo afecta solamente al sector de la moda. Puedes descargar nuestro whitepaper para obtener más información acerca del riesgo de la esclavitud moderna en la cadena de suministro.
Existe un equívoco general por el que se considera que la esclavitud moderna del Reino Unido solo afecta a un grupo relativamente pequeño de empresas e industrias. Aunque el problema sea quizá más evidente en la prostitución y en los pequeños negocios (servicios de manicura, pequeños comercios…), también es observable en la construcción, las fábricas, los centros de reciclaje, las granjas, la pesca o en los servicios de limpieza.
El problema es mayor de lo que se pueda pensar. Las estadísticas sobre la esclavitud moderna en Reino Unido realizadas por la organización benéfica Unseen indican que existen actualmente 25 millones de personas en el mundo que ejercen algún tipo de trabajo forzado. En 2018, se notificaron a las autoridades británicas 6993 posibles casos de esta índole.
La erradicación en el Reino Unido de este tipo de trabajo forzado debe comenzar por que las empresas reconozcan la magnitud del problema y comprendan sus propias responsabilidades.
La responsabilidad de la prueba
La responsabilidad de actuar para eliminar la esclavitud moderna en el Reino Unido reside en los compradores y proveedores de las cadenas de suministro. Aunque el gobierno, la policía y el conjunto legal tengan la responsabilidad de llevar ante la justicia a los infractores, no podrán trabajan con efectividad sin la ayuda de las empresas.
En definitiva, no es viable presuponer que una empresa esté operando con una cadena de suministro ética y legal, sino que debe demostrarlo factualmente.
Los compradores que deciden examinar las prácticas laborales de su cadena de suministro pueden encontrar, a veces, ciertos problemas imprevistos. Por ejemplo, Badger Sportswear tuvo que cancelar su relación con un importante proveedor después de descubrirse que la empresa empleaba mano de obra forzada de prisiones chinas. Esto se supo porque el proveedor había entregado documentación falsa a una compañía de acreditación asociada con Badger Sport. En 2019, una investigación de los medios de comunicación reveló que muchas cadenas de supermercados británicos estaban vendiendo productos cuyos proveedores empleaban mano de obra forzada, sin que los primeros tuvieran conocimiento de ello. El uso de minerales de zonas de conflicto en la industria electrónica, como el tungsteno, el tántalo o el estaño, extraídos en la República Democrática del Congo, frecuentemente usados para fabricar teléfonos móviles, es también un asunto que precisa supervisión y vigilancia constantes.
El peso de la prueba para compradores y proveedores implica que un importante primer paso reside en la recopilación de datos exactos y fiables de las cadenas de suministro. Esto puede resultar más difícil de lo que parece, pero es precisamente para lo que hemos concebido nuestra Auditoría de Prácticas Laborales (APL).
El valor de una auditoría de prácticas laborales
Las Auditorías de Práctica Laborales son instrumentos esenciales para que las empresas puedan entender sus datos e identificar ejemplos de malas prácticas que, de otra forma, resultarían tan difíciles de encontrar como una aguja en un pajar. Los compradores pueden aplicar estas APL a cualquier proveedor que deseen examinar de cerca. Dichas auditorías pueden ser esclarecedoras para los compradores, ya que conocer de otra forma quiénes están trabajando en las distintas sedes y cadenas de suministro puede resultar una tarea compleja desde el punto de vista logístico.
Nuestras APL constituyen una ayuda para que los compradores tengan la seguridad de estar trabajando con cadenas de suministro éticas y legales, y puedan contar con una visión general sobre las actividades reales de sus proveedores día a día. Ello permitirá a los compradores asegurarse de colaborar con empresas que reflejen sus mismos valores y su misma voluntad de erradicar la esclavitud moderna en el Reino Unido.
Nuestros auditores viajan a los propios lugares de trabajo, y allí entrevistan anónimamente a las personas empleadas por los proveedores, con objeto de identificar cualquier riesgo de utilización de mano de obra forzada. A continuación, se elabora un informe que detalla cualquier hallazgo de interés para los compradores. Además, en caso necesario, nos dirigimos al proveedor y llevamos a cabo una completa gestión y revisión de sus procedimientos de empleo para dar con la raíz del problema . Los clientes que nos han encomendado una APL suelen comentar que el valor de la misma no reside únicamente en que va más allá de un mero ejercicio de control de tareas realizadas, sino que lo que revela la APL les sirve para comprender mejor los puntos débiles existentes, y cuál es la mejor manera de trabajar con los contratistas para resolver estos problemas.
La lucha contra la esclavitud moderna en el Reino Unido debe comenzar con una evaluación honesta del problema, algo que las empresas solo pueden realizar si cuentan con datos precisos y fiables. Nuestra experiencia, puede ayudarte a conseguir la seguridad que necesitas para actuar. Descarga nuestro whitepaper para indagar en más profundidad sobre nuestros datos sobre la esclavitud moderna.