¿Podría quedarse atrás tu empresa con la nueva Directiva del Parlamento Europeo?
Los datos indican que menos del 50 % de las empresas disponen de un plan de acción para reducir sus emisiones de carbono, y menos del 20 % tienen una estrategia de cero emisiones netas. Para muchas empresas, la neutralidad en carbono puede parecer un objetivo muy lejano, pero el cambio es fundamental, y no pueden realizarse avances sin dar un paso en la dirección correcta. Pero para poder dar ese primer paso, es necesario un plan viable y realista. ¿Sabe tu empresa cómo iniciar un plan de cero emisiones netas?
¿La compensación se está convirtiendo en algo del pasado?
El 15 de mayo, el Parlamento Europeo votó a favor de establecer nuevas reglas para abordar la necesidad de una información más fiable y verificable sobre las alegaciones ecológicas de las empresas. En caso de ser aprobada, la legislación propuesta prohibiría a las empresas utilizar el reclamo de neutralidad en carbono basándose únicamente en estrategias de compensación. Además, prohibiría determinadas alegaciones ecológicas de tipo genérico, como «sostenible», «sin plásticos» o «natural», a menos que se presentaran pruebas detalladas.
Injusto para los consumidores y perjudicial para las empresas
Exigir a las empresas que presenten pruebas que fundamenten sus alegaciones es un gran paso en la dirección correcta. Ha habido muchos casos de empresas que han hecho alegaciones sin fundamento en materia de credenciales ecológicas sin pruebas que las respalden. El «ecoblanqueo» puede ser injusto para los consumidores, en el sentido de que les proporciona información incorrecta y poco clara que no ayuda a la hora de tomar decisiones de compra importantes. La inexactitud en las alegaciones ecológicas puede entorpecer la acuciante necesidad de las empresas de liderar la lucha contra el cambio climático. Hacer que las empresas justifiquen sus alegaciones constituye una medida muy positiva para construir un mundo más transparente y justo para el consumidor.
El mayor desafío de la reducción del carbono
La introducción de nuevas directivas debe aportar cambios positivos en el colectivo empresarial, así como en su impacto medioambiental. ¿Qué mayor desafío podrían tener las empresas en su objetivo de reducir su consumo total de carbono? Un análisis de varias empresas de todo el mundo que han respondido al Módulo de Carbono MyAchilles determinó varios desafíos. Menos del 50 % de las empresas disponen de un plan de acción para reducir su impacto medioambiental, y un número aún más reducido, apenas el 20 %, han desarrollado estrategias de descarbonización o cero emisiones netas. Parece claro, pues, que queda aún un largo camino por recorrer para combatir los efectos del carbono en el medioambiente. No obstante, empresas como John Sisk and Co han obtenido la certificación «cero carbono» con el Programa de reducción de carbono de Achilles, lo que demuestra que existen formas sencillas y rentables para lograr este objetivo sin excesivos quebraderos de cabeza.
Reducciones significativas
Las empresas se responsabilizarán de sus propias alegaciones de sostenibilidad, y las medidas que se adopten para ello pueden implicar un cambio positivo. En las cadenas de suministro internacionales, muchas empresas aún no han comenzado a reducir su impacto medioambiental o su huella de carbono. ¿Se puede hacer algo más? Si insistimos en que las empresas encuentren maneras de reducir su impacto de carbono, los resultados serán más perceptibles. La combinación de planes sustanciales con el uso de datos verificables podría sentar las bases para aumentar la transparencia y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo.